La tecnología de la educación es la suma total de las actividades que hacen
que la persona modifique sus ambientes externos (materiales) o internos (de
comportamiento). Una aplicación sistemática de los recursos del conocimiento
científico del proceso que necesita cada individuo para adquirir y utilizar los
conocimientos.
Cuando hablamos de «nuevas tecnologías», estamos empleando incorrectamente
un adjetivo, ya que lo nuevo lo confundimos con lo último. En tecnología de la
educación no hay que confundir máquinas o artefactos con aplicación de
tecnologías, que tienen más que ver con la organización de medios y recursos
que con los mismos medios. El recurso no tiene por qué pasar de moda, o
ser utilizado mientras esta dure como es costumbre hacer. Un recurso puede ser
eterno si la mente que lo utiliza posee la creatividad planificadora adecuada
para hacerlo útil. Por ejemplo, una enciclopedia en CD-ROM o en Internet no pierde su carácter de enciclopedia; lo que cambia es su forma de
utilización, la facilidad y velocidad en el manejo, la calidad, etc.
Los avances tecnológicos en
educación.
Los últimos diez años han sido extraordinariamente fecundos en avances
tecnológicos aplicables a la educación para poder ofrecer lo mejor y lo más
importante en experiencias para los alumnos. Está absolutamente comprobado que
el uso de los «multimedia» mejora el aprendizaje de los alumnos y al mismo
tiempo reduce el tiempo de instrucción y los costos de la enseñanza.
Los alumnos necesitan para su futuro profesional de la utilización de los
medios tecnológicos, ya que varían enormemente en su habilidad de percepción y
aprendizaje; por lo tanto, en los requerimientos didácticos individuales.
Algunos aprenden fácil y rápidamente a través de informaciones orales o
impresas y con un mínimo de experiencias más directas. La mayoría requiere
experiencias más concretas que incluyan los medios audiovisuales.
Hay muchos factores culturales que afectan el aprendizaje; por tanto los
alumnos necesitan de una amplia gama de experiencias que incluya aspectos
reales, representaciones visuales y símbolos abstractos. Las nuevas necesidades
y expectativas laborales que el alumno tiene aconsejan una mayor participación
del mismo en el aprendizaje mediante los métodos activos de investigación y
experimentación.
Los programas educativos necesitan ser apreciados en términos de eficacia y
flexibilidad de aplicación en cuanto a tiempo, personal y recursos de que se
disponga. La demanda de empleo, exige una preparación que obliga al
conocimiento de todo aquello que tiene que ver con la sociedad de la
información, las nuevas tecnologías, la multiplicidad y variación profesional,
la interacción de recursos, y en fin, de todo aquello que facilita la inserción
laboral y profesional.
Los profesores, utilizando las nuevas tecnologías, pueden liberarse para
realizar trabajos de orientación. Los nuevos patrones didácticos en los que se
tiene en cuenta las nuevas tecnologías y los medios de comunicación para
mejorar el aprendizaje suponen nuevas funciones de los profesores. No es el
profesor el que debe proporcionar toda la información, ya que esta se puede
presentarse más eficazmente por los medios apropiados, ya sea para
proporcionarla a grandes grupos o para que cada alumno la amplíe por sí mismo
en forma individual o para ser usada en un pequeño grupo de discusión. Los
profesores ya como individuos, ya como equipos se encuentran liberados de
trabajos rutinarios y pueden hacer el trabajo verdaderamente profesional y
creativo, la orientación de los alumnos que hasta ahora se había descuidado.
Este trabajo de orientación y guía supone: amplia participación en la
planificación y producción de materiales audiovisuales para adecuarlos a las
necesidades de los grupos o de los individuos a que van destinados.
El uso de la tecnología para mejorar la comunicación obliga a cambiar los
métodos rutinarios por otros más ágiles para alcanzar las metas educativas. La
gran resistencia del personal docente a estos cambios se debe a que, el romper
con la rutina perturba una situación habitual. También, inexactamente se cree
que los nuevos medios deshumanizan la enseñanza, desplazan a los profesores y
que la educación en consecuencia se hará autómata sin la calidad humana que le
da la comunicación entre profesor y alumno.
En la actualidad, con el aumento de las disciplinas de estudio, del
contenido de las mismas, la especialización y el aumento de la demanda
profesional, lo que realmente sucede y de lo que generalmente se olvidan los
educadores, es de que la verdadera humanización y el sello personal sólo pueden
conseguirse con el uso adecuado de los recursos tecnológicos, que liberan al
profesor del trabajo rutinario y de la mera transmisión de información, para
permitirle realizar el trabajo de orientador y guía en la formación de sus
alumnos.
La planificación de la
enseñanza teniendo en cuenta la tecnología
Los nuevos patrones didácticos requieren una planificación cuidadosa y
detallada que generalmente se descuida en los procedimientos tradicionales. Ahora,
debe atenderse no solamente a la asignatura, contenido y diferencias
individuales de los alumnos sino a otros muchos factores que influyen para el
éxito del proceso del aprendizaje. Reuniendo todos estos elementos, podemos
desarrollar una planificación o diseño sistemático de la enseñanza. Uno de los
elementos indispensables del diseño, es la previsión, organización y producción
de recursos didácticos.
Los especialistas en el uso de los medios deberían trabajar con los
profesores para ayudarles a desarrollar planes o diseños didácticos para sus
clases diarias, para unidades de trabajo o para un curso completo. El éxito de
estos diseños didácticos exige una planificación cuidadosa y un afrontar con
realismo muchos problemas que deben ser resueltos.
Los medios que deberán usarse en «el diseño» son los que requieran los
objetivos, el contenido y los métodos. Los medios no son suplementarios a la
enseñanza, ni su soporte: son el estímulo mismo.
Este enfoque de la enseñanza y el aprendizaje que se desarrolla «específicamente»,
con relación a los objetivos de comportamiento y para atender a las necesidades
específicas de los alumnos. En las aulas, es ya posible elaborar todos los medios
audiovisuales necesarios. Siempre
queda una puerta abierta para la producción propia de material complementario
con propósitos y aplicación concretas.
Por qué muchos profesores no
utilizan los medios de comunicación en las aulas
La mayoría de los profesores no entiende o no acepta el valor didáctico de
los recursos audiovisuales. Muchos creen que si no están frente a la clase,
hablando, exhibiendo o actuando; el aprendizaje no se realiza. Otros son
refractarios al uso de la imagen, ya que en una u otra forma la consideran una
«degradación» de la dignidad académica, dignidad que en su punto de vista sólo
puede mantenerse por la comunicación oral y la lectura. Esta actitud es
comprensible ya que «uno enseña como fue enseñado» y los profesores, salvo
contadas excepciones, han recibido una educación basada en el verbalismo
durante toda su vida y especialmente en su preparación profesional o
universitaria.
También este problema puede venir de las dificultades en el pasado ya que tanto
el material como el equipo debían ser solicitados con mucha anticipación. Las
máquinas eran difíciles de transportar y de operar; era necesario oscurecer
totalmente las aulas etc.
El contenido de los materiales comerciales, frecuentemente dejaba mucho que
desear con relación a las necesidades concretas de los profesores en un
determinado momento o circunstancia.
Para muchos profesores, desafortunadamente, los materiales audiovisuales
han sido auxiliares, accesorios, para ser usados si sobra tiempo y siempre
después de haber dado la clase verbalista y haber estudiado los libros de
texto. Por tanto se han dejado escapar y se dejan muchos recursos interesantes
que las nuevas tecnologías nos pueden ofrecer.
REFLEXIÓN PERSONAL
Tras leer esta
información y reflexionar sobre este tema pienso que los medios tecnológicos
nos ofrecen muchas ventajas ya que podemos encontrar multitud de recursos
interesantes para que los niños aprendan más y mejor.
No pienso que
se deba sustituir al profesor para dejar paso solo a las nuevas tecnologías
pero, sin embargo, pienso que debe haber un consenso y establecer una serie de
pautas para que el profesor explique su clase pero acompañándolo a diversos
recursos como son vídeos de Internet, juegos interactivos, etc.
En cuanto al
papel de los profesores, en la actualidad se está avanzando más ya que se están
empezando a utilizar estos medios (pizarra digital, proyector, portátiles…) y se puede empezar a ver resultados. Es
cierto que todavía quedan profesores que no quieren utilizar las nuevas
tecnologías y se puede dar un desfase entre alumnos que tengan profesores “más
actualizados” y los que tengan profesores “más atrasados”.
Es cierto que
muchos colegios no tienen los recursos económicos suficientes para poder
incorporar aparatos tecnológicos en sus aulas por tanto es un factor a tener
muy en cuenta y que todos los colegios tengan las mismas oportunidades
tecnológicas.
Por último, veo
necesario que todos los profesores, que estén actualmente en la docencia, hagan
cursos o formación extra para poder ofrecer a sus alumnos una educación acorde
con las exigencias actuales de la sociedad ya que de este modo se dará un mayor
desarrollo. Estos cursos se pueden encontrar fácilmente en la actualidad ya que
al ser una demanda de la sociedad se están impartiendo en numerosos lugares,
por ejemplo hace poco hubo una conferencia sobre las pizarras digitales en la
Universidad de Castilla La Mancha la cual me pareció bastante interesante ya
que aparte de realizar la charla, nos mostraron cómo utilizar la pizarra
digital.
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