La ecoauditoría escolar supone un eficaz instrumento en Educación
Ambiental que pretende explotar las posibilidades educativas del centro escolar
como hábitat del alumno, y fomentar la coherencia de nuestras actuaciones
educativas, proponiendo que los centros se cuestionen su estado de salud
ambiental y las actitudes que en ellos se desarrollan.
Una ecoauditoría escolar consiste básicamente en un proceso de automejora en el hábitat de los centros, que además de ser un fin en sí mismo, puede constituir una útil herramienta de educación ambiental. Expuesto brevemente, el proceso a seguir sería el siguiente:
Una ecoauditoría escolar consiste básicamente en un proceso de automejora en el hábitat de los centros, que además de ser un fin en sí mismo, puede constituir una útil herramienta de educación ambiental. Expuesto brevemente, el proceso a seguir sería el siguiente:
- Se constituye un equipo coordinador, con representantes de los diversos estamentos educativos (alumnos, profesores, personal no docente...). Este equipo planifica, organiza y evalúa las actividades de todo el proceso.
- Auditoría medioambiental. Los alumnos analizan el estado inicial del centro en aspectos materiales y en aspectos de comportamiento y actitudes. Se detectan las deficiencias.
- Plan de acción. Se fijan objetivos de mejora a cumplir, fechas y plazos. Se elabora un Código de Comportamiento a seguir por todas las personas del centro.
- Control y evaluación. Se evalúa el cumplimiento de objetivos y en consecuencia se replantean aquellos no logrados, se incluyen otros, etc.
Tanto en el análisis del estado del centro mediante la auditoria, como en las
propuestas de mejora, se debe prestar especial atención no sólo a la gestión
que se realiza de agua, energía, y residuos sólidos que genere el centro, sino
como primer tema, el respeto al entorno humano y material.
La metodología descrita hace este
proceso de interés y realizable para cualquier centro educativo, y probablemente
muchos centros realicen explícita o implícitamente actuaciones similares o
relacionadas. Pero dadas sus posibilidades, y con idea de apoyar esta línea de
actividades existe una red europea de Ecoescuelas, actualmente con más de 2000
centros en toda Europa, que se impulsa en Andalucía gracias a la colaboración
entre la Consejería de Educación y Ciencia, la Consejería de Medio Ambiente y
la Asociación Española de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC),
responsable de dicha red en el estado español, y asimismo de la campaña
Banderas Azules de las playas. El trabajo a realizar durante el curso escolar
1999/2000 con los centros andaluces participantes en dicha red, permitirá
sentar unas bases para que el próximo curso escolar 2000/2001 la participación
en la misma sea abierta a cualquier centro andaluz interesado.
Algunas actividades que se pueden hacer dentro de una clase para
fomentar este proyecto serían:
-Experimento
- Objetivo: Reflexionar y formular hipótesis sobre la descomposición de distintos tipos de materiales, orgánicos e inorgánicos.
- Materiales: Dos maceteros, tierra, botella de plástico y manzana.
-¿Cuántos
residuos generamos en casa? ¿Reciclan
nuestros padres?
- Objetivos: Conocer la cantidad y los distintos tipos de residuos que generamos en nuestra casa en un día cotidiano. Fomentar conductas positivas con respecto a los residuos. Compartir con las familias la preocupación despertada en los niños en relación con el medio ambiente.
- Materiales: Hoja de registro de residuos familiar, gomets rojos y gomets verdes
Webgrafía:
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/contenidoExterno/Pub_aula_verde/aulaverde19/eco.html
http://www.um.es/c/document_library/get_file?uuid=dad63469-6e6b-47a3-bb5f-3676b0374544&groupId=299436
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