viernes, 19 de abril de 2013

Un bajo nivel educativo de los padres influye en la mala alimentación de sus hijos.



La obesidad infantil puede estar relacionada con el nivel de estudios de los progenitores según un estudio en el que han participado expertos de ocho países europeos y que ha sido publicado recientemente en la revista Public Health Nutrition.
Los resultados de esta investigación demuestran que hay cierta relación entre el nivel educativo de los padres y la frecuencia con la que sus hijos consumen alimentos saludables. Así, los niños con padres con bajo y medio nivel educativo comen menos verduras y frutas y más productos procesados y bebidas azucaradas.
El estudio, en el que han participado 14.426 niños de entre dos y nueve años procedentes de ocho países europeos (Italia, Estonia, Chipre, Bélgica, Suecia, Hungría, Alemania y España), refuerza la idea de que existe un mayor riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad en los niños procedentes de estratos socioculturales menos favorecidos.
Juan Miguel Fernández Alvira, autor del trabajo e investigador de la Universidad de Zaragoza, ha explicado a SINC que “las mayores diferencias entre familias de distintos niveles educativos se observaron en el consumo de frutas, verduras y bebidas azucaradas”.
Este experto advierte que los programas de prevención de la obesidad infantil deberían abordar de manera especial y específica aquellos grupos socioeconómicamente desfavorecidos para minimizar así las desigualdades en salud.

Valoración personal:

He elegido este artículo ya que al verlo me pareció muy interesante. El tema de la obesidad infantil está muy al orden del día en nuestra sociedad y esto es debido a la mala alimentación que tienen los niños. Al leer este artículo me ha sorprendido un poco uno de los factores que pueden afectar al sobrepeso infantil. No era consciente de este factor ya que nadie tenemos en cuenta el nivel de estudios de los padres con la relación de la obesidad infantil. Si es cierto que los padres con altos niveles de estudios puede que estén más enterados del tema y se preocupen más por la nutrición de sus hijos.
Un factor que quiero destacar aquí es el precio de los productos. Hay que tener en cuenta que, en la actualidad, los productos más baratos son los productos envasados, con grasas y la "comida basura". Por tanto, muchas veces compras estos productos pensando que a la larga no tendrán repercusión. 
Volviendo al artículo y relacionándolo con una práctica que he hecho yo para la parte de pedagogía de la asignatura, pienso que los colegios también debían mediar en estos aspectos y enseñar a los niños hábitos saludables. Hacer ver a los niños los productos que son sanos, los productos que contienen mucha grasa, etc. 
Para finalizar, decir que los niños necesitan una buena alimentación para un buen rendimiento en su vida diaria, por tanto debemos ayudarlos a comer sano tanto padres como profesores. 

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